Son las cuatro de la tarde. Mi perro se rasca. Los elotes se están cociendo. Es el pride aquí en donde vivo. Hace rato fui a dar una vuelta en moto. Es eléctrica. A pesar del cielo algodonado, hay mucha gente en la calle. Mucho gay. No sé si salir, no me vaya yo a contagiar. Momento… ya estoy contagiada. Sospecho que fue hace 15 años en un elevador. La gente se queja de nosotros, pero no sacan la vacuna. O ellos son lentos o nosotros no somos enfermedad.
Fui sacada del closet en un verano del 2007 por una autora quasi-anónima. En forma de pago y de agradecimiento me gustaría quemarle su closet anónimamente y luego sentarnos a tomar te mientras hablamos de restauración de closets. Será una linda tarde.
Deja una respuesta